¿Qué es la cáscara de naranja y por qué aparece en la pintura automotriz?

Dentro de la extensa gama de defectos comunes en el proceso de repintado automotriz se encuentra el conocido efecto de “cáscara de naranja”, que recibe su nombre debido a su parecido con la capa exterior de la fruta.

Debido a sus características es muy fácil de ubicar y muy común de ver, pero si se toman las precauciones necesarias se puede eliminar por completo de tu taller.

Pero, ¿por qué se origina la cáscara de naranja en repintado automotriz?

El problema, también conocido como piel naranja, se produce por la falta de estiramiento o nivelación de la pintura, dando lugar a una superficie donde se pueden observar deformaciones y un aumento en el grosor de la capa final.

Algunas de las causas comunes por las que puede aparecer este defecto son: 

• Una mala aplicación de la pintura con la pistola. Puede que el causar o patrón de abanico bajo el que se aplicó la pintura no haya sido el indicado por la ficha técnica, lo que ocasionó que no se obtuviera un pulverizado regular y uniforme.
• Haber realizado una mala mezcla. Si la pintura automotriz se aplica con una excesiva viscosidad el resultado será (por obviedad) muy espeso. Para solucionarlo se recomienda diluir un poco la mezcla.
• No usar el catalizador o disolvente en la temperatura correcta. Se debe evaluar muy bien cómo usar estos productos que, dependen en demasía de la temperatura del ambiente para que funcionen bien.
• Las capas de fondo están secas. Aquí es importante que recuerdes respetar los tiempos de secado entre cada capa de fondo, te puedes guiar en la ficha técnica para no cometer errores.  
• Una mala preparación y lijado de las capas de fondo. Es común que pase, sobre todo si no se respetan (otra vez) los tiempos de secado entre cada capa.

¿Cómo puedes corregir el efecto naranja en el proceso de repintado? 

Si el defecto se observa y se determina que es muy leve el daño, entonces se deberá lijar de manera muy fina la superficie, es decir, teniendo cuidado de no afectar otras zonas de la chapa.

Se debe limpiar muy bien la zona después de haber lijado y posteriormente pulir, ya sea a mano con una esponja o con una máquina si se prefiere. De esa manera, podrás reiniciar el proceso y corregir el espacio dañado.

Ahora, siempre es bueno evitar repetir procesos, ya que es más conveniente para la productividad de tu taller, pero también para ahorrar costos en el proceso. Por eso, eliminar este tipo de defectos de tu taller debe ser una gran prioridad.

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